Nuestro objetivo de cerrar ciclos de material solo se puede lograr con un tratamiento especializado hasta el más mínimo detalle. Para ello, además de unos procesos de logística, clasificación y tratamiento previo perfectamente coordinados entre sí, son necesarios, en primer lugar, procedimientos de análisis y recuperación sumamente modernos. Estos integran el núcleo de nuestras instalaciones especiales, en las que tiene lugar a diario el reciclaje de metales preciosos con las máximas medidas de seguridad.
Ya sea en forma líquida, como en el caso de los baños galvánicos, o sólida, como en el de los sensores, nos encargamos de los componentes de metal precioso allí donde se encuentren. Desde el análisis hasta la recuperación final, siempre se emplean aquellos procedimientos que le garantizan la combinación perfecta de ahorro de costes y reciclaje óptimo de metales preciosos. A continuación describiremos algunos de ellos de forma sucinta.
La copelación es un procedimiento que consiste en separar metales preciosos como oro y plata de aleaciones con metales no preciosos. El metal que debe comprobarse se funde de nuevo con plomo. Se produce entonces una reacción química mediante la cual los componentes no preciosos se funden en el óxido de plomo formado y se separan así del metal precioso.
El ICP (plasma de acoplamiento inductivo, por sus siglas en inglés) es un procedimiento de espectroscopia atómica para el análisis cuantitativo y cualitativo de elementos químicos. Para nosotros constituye un proceso esencial del análisis de los metales preciosos de sus residuos.
Se trata de un análisis volumétrico en el que se genera una reacción química entre una solución con un componente de plata desconocido y una solución estándar. La concentración de plata se determina calculando el volumen de solución estándar empleado.
El XRF (X-ray fluorescene spectroscopy) es un método de análisis de materiales mediante el cual se determina la cantidad de componentes que contienen metales preciosos mediante fluorescencia de rayos X.
Mediante la electrólisis –también conocida como refinación electrolítica– se recuperan metales procedentes de soluciones. Esto es posible gracias a la llamada reacción redox, en la cual la energía eléctrica se convierte en energía química.
La eficiencia requiere actividad. Por ello, investigamos a diario para lograr nuevas tecnologías y procedimientos que permitan recuperar metales preciosos mejor y de forma más económica. Por iniciativa propia, pero también porque queremos ofrecer a nuestros clientes la mejor calidad.